LO QUE LE ESPERA A PEDRO SANCHEZ
Disipado el impacto de sus nombramientos, aparecerá la realidad: Podemos enfrentado y agraviado, un apoyo escaso y un nacionalismo catalán rearmado que no declinará en su desafío. Los primeros días de Pedro Sánchez en el Gobierno están siendo una inesperada luna de miel que diluye, con la colaboración de un contexto mediático siempre distante del anterior Ejecutivo, los objetivos nubarrones que se ciernen sobre su futuro inmediato. La glamurosa composición de su Consejo de Ministros, ciertamente llamativo; y la importancia que se le da a detalles importantes -la positiva apuesta por la mujer- y otros menos relevantes -el procedimiento empleado para aceptar los cargos-; ha hecho olvidar de momento el terrible paisaje que rodea al Gobierno con menos apoyo parlamentario de la historia de España y al único, en toda Europa, que ejerce el poder Ejecutivo sin haber ganado en las urnas, estando a 53 escaños del ganador y disponiendo incluso de menos diputados que la suma